viernes, 11 de noviembre de 2011

Una Invitación a DARnos

Reflexión sobre mi proyecto...

Una silueta ondulante colgada de un farol de luz invitándonos, con su brillante globo, a irradiar todo lo que somos, en eso se materializa el proyecto Irradia. Y es que - el absolutismo no encaja en la complejidad humana- somos muchas cosas a la vez, lo que estudiamos, lo que trabajamos, lo que nos apasiona, lo que escribimos, lo que nos divierte, lo que decimos, lo que construimos, lo que no nos gusta ser; pero ¿qué límites tenemos?, ¿cómo nos mostramos?, ¿qué perciben los demás de nosotros?, ¿qué somos capaces de transmitir?... El proyecto Irradia es un intento más de indagar en los aspectos individuales del ser -los cuales son a la vez un ‘compendio de’ y una ‘expresión hacia’ la sociedad- con el ambicioso fin de demostrar que cultivar el espíritu es un factor esencial en la formación de un ser integral y por lo tanto de sociedades con estilos de vida menos egoístas y más sostenibles.
Irradia es una intervención en el paisaje urbano pues no sólo construye un elemento artístico, sino que se basa en la ubicación predeterminada de un servicio como es el alumbrado público, para insertar en él dicho elemento, aportando nuevas lecturas de aquel simple farol de luz. La luz de los faroles de la ciudad nos ilumina, pero es más que ello: nos permite caminar por donde, sin ella, no veríamos nada. También esa misma luz – como el sol, sin saberlo ni alardear sobre eso - nos permite percibir el color, envuelve los objetos dándoles forma, como es energía nos da calor y en nuestra mente o viene de arriba o se eleva, hacia el cielo, hacia lo divino. En Irradia, la luz es una metáfora de ese enmarañado mundo que es cada persona, y principalmente de todo ese potencial que podemos proyectar hacia los demás, si es que fuésemos capaces de desprendernos de las soluciones y respuestas que hayamos acerca de los conflictos propios del día a día para compartirlas con el mundo.
Los personajes de Irradia se asoman sin la pretensión de ser  invasivos, por su apariencia ingenua desean ser reconocibles alegorías del ser humano – por ello es que no entran en especificaciones de género o edad – y las expresiones en sus rostros – siempre con los ojos cerrados - transmitirán el sosiego propio del equilibrio espiritual que se busca difundir.
Irradia se aferra a la consigna de que el arte -bajo cualquier estilo y lenguaje- es siempre social y puede ser también crítico e incisivo, lo cual no debe implicar que el creador recurra al retrato representativo del problema tal cual. Mostrar, con actitudes positivistas – que muchos llaman casi despectivamente “infantiles” - e imperativos, las posibles soluciones a un problema social puede tener tanto valor y pertinencia como mostrar el conflicto en sus maneras más sangrientas, impactantes y entristecedoras. Conmover y sensibilizar seguirá siendo la labor urgente del arte y, debido al monopolio en el que se manejan los espacios tradicionales de la muestra artística, Irradia recurre a la amplitud expresiva y comunicativa del Arte Urbano. Este arte no oficial  ha demostrado cada vez una mayor apertura a diversas expresiones que no encajan exclusivamente en lo que hace años fuera el grito de  denuncia de los barrios marginales. Ahora es posible encontrar personajes fantásticos que juegan en medio del smog, te hablan, te miran, que parecen salir de la nada: que contrastan con la monotonía gris de una ciudad que parece no haber sido pensada para humanos.
 El lenguaje infantil o naïf que utiliza el proyecto Irradia es otra manera de ironía, que busca captar la mirada del transeúnte más ocupado, estresado, distraído, pensativo, apresurado y tal vez brindarle un punto de partida hacia una nueva concepción de la ciudad, y por supuesto de él mismo.
En  Irradia confluyen invitaciones a la reflexión del individuo bajo la consigna de que el cambio colectivo, social, universal – del más pequeño grupo social al más enorme - empieza en uno mismo.  Como menciona Bansky: algunas personas se vuelven policías para hacer de la ciudad un lugar mejor, otros nos convertimos en vándalos para hacer que la ciudad se vea mejor. En este caso Irradia es un acto vandálico que se opone a la mirada pesimista y resignada hacia el caos social, proponiendo la sublimación de un objeto cotidiano que es farol de luz, elevándolo simbólicamente -por  agregación de personajes hablantes- hasta poder compararlo con lo que somos y damos cada uno de nosotros.

jueves, 27 de octubre de 2011

Póster Irradia: La Difusión

Hay gente que piensa que hacer arte en el  la "propiedad privada" es una falta de consideración,
sin embargo no se dan cuenta de que a diario los 30 cm cúbicos de su cerebro son invadidos
por expertos en marketing...
(BANSKY, 2010)



Tiraje de 20 impresiones serigráficas sobre papel.





Intervención de paletas y paneles publicitarios del espacio público.

domingo, 16 de octubre de 2011

Puedes Irradiar como Los Beatles


¿Cómo se construye el mensaje de "Irradia"?
Tomo prestada una línea de la canción de Lennon ( la peor según él) titulada Dig a Pony, del álbum Let it Be.
"Puedes irradiar todo lo que eres", lo quer convertido a un imperativo es:
IRRADIA TODO LO QUE ERES.



Mi proyecto se basa en el símbolo de la luz en relación al poder del ser humano de "transmitir". Si los postes irradian LUZ artificial:
 ¿Qué IRRADIAS TÚ?

Estructura de "Irradia"


Este es un documento donde se especifíca de manera ordenada los aspectos formales del proyecto "Irradia" como:

* Antecedentes: el Arte Naïf y el Urban Art
* Justificación: ¿Por qué es pertinente el proyecto Irradia?
* Objetivos: general y específico
* Descripción: ¿Cómo se hará el proyecto Irradia?
* Cronograma
* Presupuesto
* Bibliografía

Puedes descargarlo aquí: http://www.megaupload.com/?d=FYKSUN9N